Desde hace ya unos poco años es casi normal ver a ciudadanos circulando en patines eléctricos por nuestras calles, por encima de las aceras, en contra dirección, mirando al móvil, sin casco, etc. Han sido varios los accidentes provocados por estas personas que con un casi total desconocimiento de educación vial se dedican a utilizar nuestras calles no solo para el transporte sino para su ocio subidos a esos artilugios. Incluso se atreven a circular dentro del centro comercial Vilamarina haciendo zig-zags. Los vigilantes hacen la vista gorda.
Además, antes del verano nuestro queridísimo y amado líder, Carlos Ruiz Novella nos ha aprobado otro vehículo más en nuestras calles, las bicicletas eléctricas que a velocidades de más de 30 KM por hora y de igual manera que los patines eléctricos se usan no para el transporte ecológico por nuestras calles sino para todo lo contrario, es decir para carreras entre chiquillos que no tienen más de 11 años y para aterrorizar a la mayoría de gente mayor que ya no se atreve a salir a la calle por miedo a ser atropellado por estos vándalos ecológicos.
Con todo, y para mayor desprecio a los peatones han sido capaces de construir carriles para estos vehículos en lugares donde apenas dejan espacio para las personas que no los utilizan sin que dichos carriles sean usados ya que se atreven a circular por cualquier acera donde haya gente.
Han sido varias las veces que hemos puesto esta situación en conocimiento de nuestro querido y amado líder, Carlos Ruiz Novella, pero como siempre su respuesta ha sido inexistente y con total desprecio a los vecinos de Viladecans y opta por mantener estas máquinas en nuestras calles.
En 2020 el Consistorio supuestamente aprobó endurecer la normativa, pero como se ha demostrado, fue solo un acto cosmético, de cara a la galería, porque a la hora de la verdad, el uso y mal uso de estos vehículos ha crecido y el peligro para nuestros vecinos también.
También se ha denunciado a la Policía Local, pero en varias ocasiones nos han comunicado de manera extra-oficial que reciben órdenes de arriba para ser tolerantes y NO ACTUAR mucho contra los usuarios de dichos vehículos.